(Haga clic en el título del artículo para ver el artículo íntegro) No siempre el hombre ha tenido el mismo concepto de higiene, y por supuesto, tampoco ha tenido el mismo concepto de baño. El avance del urbanismo y la ingeniería nos ha permitido a día de hoy tomar duchas y baños con agua caliente, pero ¿cómo se bañaba la gente en la Edad Moderna? Lo primero que hemos de pensar es que en la Edad Moderna no existían cuartos de baño tal y como hoy los conocemos. En la Edad Media existieron unos baños públicos donde podían entrar personas de ambos sexos, pero en la Edad Moderna se dejaron de utilizar debido a que, en una época más estricta en cuanto a lo religioso, se veía como algo pecaminoso ver el cuerpo desnudo de otro hombre. De este modo dejaron de emplearse. Por otro lado, el agua llegaba a fuentes públicas en el mejor de los casos, al menos que fueras un rico miembro de la aristocracia, y muchas veces era recogida a través de aljibes, pozos, o directamente en lagos y ríos, por lo que su acceso para un baño era algo más complejo que en la actualidad. A todo ello había que unirle la idea de que el agua podía ser perjudicial para el cuerpo, ya que según la medicina de la época, un baño de agua caliente podía conducirte a que los poros de la piel se abrieran y a través de ellos entraran malos humores y miasmas. En el siglo XVIII se recuperarían los baños, pero esta vez con agua fría, ya que en esta época se decía que el agua caliente provocaba vagancia. ¿Qué provocó todo esto? Nada más y nada menos que se recurrieran a otras técnicas para asearse, de manera que se hacían limpiezas en seco, consistentes en maquillarse la cara con polvos o emplear perfumes en los siglos XVI y XVII. Las partes del cuerpo más importante de lavar eran la cara y las manos, es decir, las partes visibles, así que estas se lavaban frotándose con una toalla. Por último cabe decir que había una preferencia teórica por mostrar una apariencia natural, sin demasiados afeites, sin embargo, en la práctica sucedía todo lo contrario, sobre todo en la nobleza, donde se empleaba con profusión todos estos productos de higiene de la época. Bibliografía: Oliván, L. “Escribir un diario y una hora de baño»: vidas privadas en la corte de Madrid (1650-1680)” Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante. nº 30, 2012. pp. 141-158. Ortego Agustín, M. A. “Discurso y práctica sobre el cuerpo y la higiene en la Edad Moderna” Cuadernos de Historia Moderna, nº8, 2009, pp. 67-92. Bibliografía Web: http://hdnh.es/era-poco-comun-el-bano-en-la-europa-medieval-y-moderna/
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