Siempre se ha defendido que la llegada de los primeros hombres a Europa se produjo desde Oriente, pero algunas evidencias nos hacen pensar en el Estrecho de Gibraltar y la Península Ibérica como otra posible puerta de entrada a Europa por su cercanía al continente africano ¿Pudo ser así?. (Haga clic en el título del artículo para verlo completo) ¿Cabe la posibilidad de que los primeros pobladores europeos no llegaran solo por el levante, por la zona de Oriente Próximo, sino que se diera también un cruce de estas sociedades a través del Estrecho, con su posterior dispersión por Europa?. En África nació la humanidad y a partir de allí se expandió hacia los demás continentes. El único punto de unión terrestre entre el continente Euroasiático y África es la Península del Sinaí, por ello y debido al escaso nivel tecnológico que aún presentaban estos primeros homínidos, se ha aceptado que es por aquí por donde penetran hacia Europa y Asia. Sin embargo, al otro lado del Mediterráneo, la Península Ibérica presenta una tremenda cercanía con el continente africano. Además en la Península Ibérica se han dado cronologías superiores al millón de años, en lugares con las condiciones idóneas para la vida, como son la abundancia de recursos alimenticios, hídricos y de materias primas, y que solían ser valles fluviales. Así tanto en Atapuerca como en Guadix-Baza se han dado estas cronologías. En Guadix-baza, en Barranco León 2, han aparecido herramientas de modo 1 con una antigüedad de 1,3 a 1,1 millón de años, mientras que en Atapuerca, en Gran Dolina se han encontrado herramientas de modo 1 con una antigüedad de 800.000, y restos óseos de seis individuos, pertenecientes a la especie Homo Antecessor, con una antigüedad de entre 1,3 y 0,6 millones de años, mientras que en la Sima del Elefante aparecen restos antrópicos, más concrétamente una mandíbula, con una antigüedad de 1,2 millones de años. Estos restos de Atapuerca se relacionan al Homo antecessor, como ya mencionamos, quien llegaría a la península hace más de 1 millón de años. Mientras tanto, en el campo de Gibraltar no hay evidencias que sobrepasen el millón de años. Hemos de entender que durante épocas glaciares el nivel del mar descendió, ocurriendo lo contrario en periodos interglaciares. Este descenso del nivel del mar durante los periodos glaciares acercaría las orillas de ambos continentes de tal manera que sería más fácil el cruce del Estrecho, pero no hay pruebas de que esto sucediera, lo que no significa que por ello fuera imposible. En el Estrecho, además, en periodos glaciares surgirían pequeñas islas que facilitarían el paso, aunque hemos de recordar las fuertes corrientes marinas que se dan en estas aguas y que dificultan el mismo. Aunque no haya evidencias del cruce del Estrecho por estos grupos primitivos si que es significativo que los restos más antiguos, que tienen más de un millón de años, del continente Euroasiático se hallan encontrado en la Península Ibérica y en la República de Georgia. También podemos observar la aparición de restos de sociedades de hace unos 300.000 a 250.000 años asociados a un sistema técnico de modo 2, sociedades que vivían al aire libre en valles fluviales, que eran nómadas y se organizaban en bandas, es decir, pequeños grupos, y desarrollarían una actividad depredadora, consumiendo productos de caza y de recolección. Estos valles fluviales en los que se situaban, además de aportarles los recursos hídricos y alimenticios así como materias primas, servían de vías de comunicación que les conectaban con otras sociedades. Finalmente hay que destacar la ausencia de evidencias sobre este asunto, así como las escasas investigaciones realizadas acerca del mismo, que hoy en día parecen haberse reanudado en pos de arrojar nueva luz. Acerca de este tema es importante observar el desarrollo del proyecto Benzú, en la ciudad autónoma de Ceuta en el cual, desde el año 2002 se están realizando excavaciones, siendo uno de sus objetivos demostrar que el contacto entre ambas orillas del Estrecho, la europea y la africana, fue posible. Es muy significativo el parecido que guardan la tecnología y los modos de vida de las sociedades prehistóricas de ambas orillas de manera que llevan a pensar que tal parecido es fruto del contacto y de la movilidad de estos grupos cazadores recolectores de carácter nómada. Además, es digno de estudio que los restos más antiguo aparezcan en la República de Georgia y en la Península Ibérica, ya que el primer territorio sí se halla en el acceso terrestre desde África hacia Eurasia, pero el segundo no, debiéndose de cruzar territorios como la actual Grecia o Italia antes de llegar a la Península Ibérica por vía terrestre, y donde no se han encontrado restos con cronologías intermedias, lo que corrobora que el cruce a través del Estrecho fue posible ya que es una de las explicaciones de hallazgos como los de Atapuerca y Guadix-Baza con tan altas cronologías. Durante 2007 el equipo investigador de Atapuerca realizó un importante hallazgo para esta cuestión, el hallazgo de una mandíbula humana que sobrepasaba los 1.200.000 años, convirtiéndose así en los restos del individuo más antiguo de Europa. Esto puesto en relación con los restos encontrados en el yacimiento de Dmanisi que cuentan con 1.800.000 de años, en la República de Georgia, al otro lado de Europa, y sin yacimientos intermedios con cronologías intermedias, nos hace pensar que el Estrecho de Gibraltar constituyó una vía de comunicación por la que se introdujeron algunos de los primeros europeos en la prehistoria Bibliografía: RAMOS, J. BERNAL, D. VIJANDE, J. CANTILLO, J.J.:”El abrigo y la cueva de Benzú : memoria de los trabajos arqueológicos de una década en Ceuta (2002-2012)” Universidad de Cádiz, 2013. CASTAÑEDA, V.: “Las primeras ocupaciones humanas en el ámbito del Estrecho de Gibraltar. El ejemplo proporcionado por el Estrecho de Gibraltar” Tabona, 16, 2008, pp. 37-46. Bibliografía Web: http://www.atapuerca.org/
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